Las últimas décadas han visto un inusitado progreso en la miniaturización de algunos dispositivos de uso común, como los teléfonos móviles, los ordenadores, ... pero el límite sigue marcado por el peso y el tamaño de las baterías. El futuro parece estar en las pilas de combustible, en las que se genera electricidad de manera eficiente y limpia a partir del hidrógeno.