Este estudio aborda un amplio panorama de la lírica cubana entre los años 1959 y 2000. En sus páginas se analiza la producción de diversos grupos poéticos cuya labor fue doblemente significativa: por una parte, sus obras representaron una profunda transformación literaria; por otra, funcionaron como paradigma de una nueva tendencia "ideoestética". El autor realiza un ambicioso recorrido desde el compromiso revolucionario y el modelo coloquial hasta las incertidumbres de unos tiempos posmodernos que pretenden renovar (y, a veces, subvertir) los cauces de la tradición lírica. La monografía se completa con una serie de entrevistas a destacados poetas de la "Generación de los 80". Edición digital de la obra impresa en 2012.