Me gustaría aprovechar estas primeras líneas para hacer una reflexión sobre lo que podemos aportar los economistas, como tales, para una mejor comprensión y resolución del problema ambiental. Ciertamente, la primera impresión es que la Teoría Económica no tiene un instrumental suficiente para analizar los problemas del medio ambiente. El entorno, a diferencia de lo que pasa con la mayoría de los bienes de nuestra sociedad de capitalismo mixto, no tiene propietario y, por lo tanto, no es posible ofrecerlo o pedirlo en un mercado privado, ni asignarle un precio privado.