La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando atesora, desde mediados del siglo XVIII, documentación de gran importancia para el estudio de la historia de la arqueología y la gestión del patrimonio histórico español. El interés de los monarcas Carlos III y Carlos IV por la antigüedad clásica y el anticuarismo, así como el esfuerzo de sus integrantes en la creación y participación de proyectos encaminados al conocimiento y control de las riquezas del país, la convirtieron -junto a la Real Academia de la Historia- en el organismo nacional encargado de su protección. Esta monografía analiza y pone en valor, desde un punto de vista historiográfico, el papel de aquella institución en la construcción de la disciplina arqueológica y patrimonial de la provincia de Alicante desde finales del siglo XVIII hasta la segunda mitad del siglo XX a través del estudio de la documentación conservada en su archivo y referida, entre otras cuestiones, a su Comisión Provincial de Monumentos Histórico-Artísticos o su Catálogo Monumental. Además, recoge e incluye, por primera vez, un inventario detallado de todos los papeles relacionados con este territorio y un anexo con una selección de los más importantes.