Sígfrid Prim Padró, reclutado como soldado por el gobierno de la II República en 1937, iniciaría un periplo que terminaría en varios campos de concentración franceses, hasta su regreso seis años después, en 1943. Sus vivencias de exilio, reflejadas en unas minúsculas libretas y en una colección de fotografías y en una colección de fotografías y transformación de los individuos en determinados contextos. Esperanza Solans con el libro ha querido transmitir a las generaciones más jóvenes lo que para muchas personas significó encontrarse en medio de una confrontación bélica donde se pusieron en juego los derechos democráticos y humanos en general.